Los chiscos de San Antón son hogueras que se hacen el 16 de enero en las calles para que el santo proteja a todos los animales; esta tradición viene de muy antiguo y se hacía con mucha fe porque los animales eran fundamentales en la economía familiar.Los chiscos de San Antón siempre han sido motivos de fiesta para que los vecinos se junten, caten los vinos de la última cosecha y pongan en las ascuas los productos de la matanza del cerdo.
En estos tiempos ya no hay tantos animales en las casas, han desaparecido las cuadras donde había algún mulo con un par de cabras y los conejos , las gallinas en el gallinero y los marranos, que así le decíamos a los cerdos, estaban en sitios aparte siempre que el espacio lo permitiera.
Este año hemos hecho varios chiscos de San Antón, en Belezmin hemos aprovechado para quemar zarzas y podas que no se pueden reciclar para el compost, como estaba todo muy húmedo con tantas lluvias no ardía con facilidad, así que este año no ha habido que tomar tantas precauciones.
En el barrio de la Moralea hicieron los jóvenes un chisco muy hermoso y nos invitaron a las más mayores y estuvimos la prima Pepa, Elena, Gracias y yo. Nos pasamos un buen rato pues Antonio el carnicero sacó el acordeón y empezaron los cantos y los bailes alrededor del fuego que recordaban otros tiempos por la animación en la calle.En las brasas del fuego se pusieron parrillas con chorizos, panceta, chuletas... y hasta asaron una careta de cerdo y en una sartén aparte hicieron unas papas fritas al estilo de la matanza.
También catamos el vino de la viña que todavía no ha terminado de hacerse y estaba muy afrutado pero tiene un color muy bonito y todos dijeron que iba a ser una buena cosecha.
Así que un año más hemos podido celebrar el chisco a San Antón para que proteja durante el año a las gallinas, los gatos y los perros que son todos los animales que tenemos.
