domingo, 15 de marzo de 2009

POEMA: El novio

Un amigo mió fue de viaje a San Juan, sabiendo que su novia necesitaba gafas de sol,
encontró la ocasión de comprarle un par, bonitas y baratas. Entrò en la óptica
y después de mirar varios modelos le comprò unas preciosas.

La dependienta se las envolvió y èl pagò la cuenta, pero al marcharse, en lugar de coger el paquete de las gafas, cogió otro muy parecido que había al lado y que contenía unas bragas,
que seguramente alguna clienta de la óptica acababa de comprar y había dejado sobre el mostrador.

Mi amigo no se dio cuenta de la equivocación. Así es que desde allí, fue directamente a correos
Y envió el paquete a su novia, junto con una carta.

La novia recibió el paquete y quedo perpleja por su contenido, cuando leyó la carta, que decía:

“Querida mía, espero que te guste el regalo
Que te envio sobre todo por la falta que te hacen,
Ya que no tienes nigunas, pues las otras que tenias
Llevabas mucho tempo con ellas
Y èstas son de las cosas que mas falta hacen.

También espero haber acertado con el modelo.
La dependienta me dijo que era la última moda
Y me enseño las suyas que eran iguales,
Entonces, yo, por ver si eran ligeras,
Me las puse allí mismo. No sabes lo que se rió
la dependienta porque estos modelo femeninos,
en los hombres quedan muy graciosos,
màs a mi, que ya sabes que tengo unos rasgos
muy prominentes. Una muchacha que había allí
me las pidió, quitándose las suyas para que viera
el efecto que hacían y, ¡chica¡, las vi. estupendas.
Pòntelas y enséñaselas a tus padres, a tus hermanos,...;
en fin a todo el mundo,
A ver que dicen. Al principio te sentirás muy rara,
Acostumbrada a ir con las viejas,
Y mas ahora que llevas tiempo sin ponerte nigunas.

Si te están pequeñas, me lo dices, que si no te van
a hacer señales cuando te las quites
Y todos van a notar que las acabas de estrenar.
Ten también cuidado que no te estén grandes
No sea que vayas andando y se te caigan.

Llévalas con cuidado, no vayas a romperlas
Y sobre todo no vayas a dejarlas por ahí y las pierdas,
tienes costumbre de llevarlas más en las manos que puestas,
para que todos vean tus encantos.

En fin, para que te voy a encargar nada más,
Solo espero que te gusten. Este es el mejor regalo
Que podía hacerte.

Un beso y un abrazo.
Hasta pronto”.

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